Es para la heladera

Además de ser una gran artista, mi amiga Carmela tiene alma de docente. Por eso es que no deja pasar ninguna oportunidad para iluminarme en asuntos de apreciación artística. Junto con su regalo (creo que de navidad), me dejó una enseñanza de esas que acompañan por mucho tiempo. Parece ser que mis conceptos iniciales sobre el arte eran erróneos o al menos incompletos. Por lo visto, lo importante de una obra no es solamente lo que me dice a mi-observador, sino que además tenemos que considerar lo que el autor quería decir.

Vamos a un ejemplo práctico. El regalo de Carmela, podría titularse “Señora con jaula y paraguas”. No lleva la firma del autor pero si un nota un tanto sugestiva que dice “Es para la heladera”. Y siguiendo estas teorías postmodernas que tienen en cuenta la voluntad del autor, allí se encuentra la señora, en la heladera, junto al imán de las empanadas.


Y ahora viene la parte interesante (creo). Mirando el cuadro no puedo pensar en otra cosa que no sea la famosa imagen de la “Justicia”. Es cierto que no lleva vendas y que por lo tanto carece de imparcialidad, pero los que vivimos en Argentina tampoco vamos a hacer un escándalo por eso. El elemento determinante de la nacionalidad de esta justicia está dado por la jaula vacía, es decir que “no hay nadie adentro”. En lugar de una espada, en su mano lleva un paraguas que a primera vista podría parecer inofensivo. Sin embargo, si pensamos en su anatomía de fácil introducción y sus futuras posibilidades de apertura, podríamos estar al menos preocupados. En realidad, lo que realmente me produce un escalofrío en la espalda es que la muy cínica se esté riendo, como si ya supiera.

Ahora es cuando además debemos pensar en la intención del artista. Algunas opciones. Una típica ama de casa haciendo orden; una original cazadora de aves o simplemente una mujer precavida, el paraguas por si llueve y la jaula por si encuentra un canario. (personalmente descarto esta última versión porque me inquietaría pensar por qué no lleva cartera)
Ya sea el retrato de la Justicia Argentina o de una Ama de Casa, me quedo con el detalle de la jaula vacía, ya que me hizo acordar a una gran poesía que había leído hace mucho tiempo.


TO PAINT THE PORTRAIT OF A BIRD
First paint a cage
with an open door
then paint
something pretty
something simple
something beautiful
something useful
for the bird
then place the canvas against a tree
in a garden
in a wood
or in a forest
hide behind the tree
without speaking
without moving...
Sometimes the bird comes quickly
but he can just as well spend long years
before deciding
Don't get discouraged
wait
wait years if necessary
the swiftness or slowness of the coming
of the bird having no rapport
with the success of the picture
When the bird comes
if he comes
observe the most profound silence
wait till the bird enters the cage
and when he has entered
gently close the door with a brush
then
paint out all the bars one by one
taking care not to touch any of the feathers of the bird
Then paint the portrait of the tree
choosing the most beautiful of its branches
for the bird
paint also the green foliage and the wind's freshness
the dust of the sun
and the noise of insects in the summer heat
and then wait for the bird to decide to sing
If the bird doesn't sing
it's a bad sign
a sign that the painting is bad
but if he sings it's a good sign
a sign that you can sign
so then so gently you pull out
one of the feathers of the bird
and you write yours name in a corner of the picture

Jacques Prevert
(translated by Lawrence Ferlinghetti)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Carmela, esa foto está tuneada